Desde los orígenes de la EdC al significado de la “comunión” en economía, pasando por el diálogo con los empresarios. Un comienzo verdaderamente prometedor para la escuela que se está desarrollando en la Mariápolis Ginetta
Ana Cassiópia, Regina da Luz Vieira y Rodrigo Apolinário
La Escuela Interamericana de Economía de Comunión (EdC) para jóvenes ha comenzado. Sesenta participantes se han desplazado a la Mariápolis Ginetta (Vargem Grande Paulista- Sao Paulo, Brasil) desde distintos países de América Latina, tales como Argentina, México, Colombia, Bolivia, Guatemala, Cuba y Brasil, junto con algunos europeos en representación de la Comisión Internacional de la EdC. Una “escuela de vida” en la que durante una semana cada uno se esfuerza por construir, antes que nada, una experiencia de comunión.
La escuela se ha abierto con una reflexión sobre “Los orígenes: la EdC nace de un carisma”. Andréa Cruz, doctor en Ciencias Religiosas y miembro de la Comisión Internacional de la EdC, ha evocado el contexto histórico en el que nació la EdC, poniendo de relieve el pensamiento y la praxis innovadora que introduce nuevas relaciones en el sistema económico a partir del “amor agápico”.
“La EdC nació en esta Mariápolis, en el contexto del Movimiento de los Focolares – recordaba Andréa Cruz – y por consiguiente es expresión de un carisma. Surgió como respuesta a una demanda histórica y social, para hacer que las empresas contribuyan a superar las desigualdades, no limitándose exclusivamente a la dimensión material".
Una dinámica colectiva, guiada por el músico Nani Barbosa ha llevado a los participantes a armonizarse recíprocamente y con la naturaleza que rodea la Mariápolis Ginetta, ejercitando la escucha bajo los estímulos de los versos de Rubem Alves titulados “Escutatoria”.
Por la tarde, Vittorio Pelligra, profesor del Instituto Universitario Sophia de Loppiano y de la Universidad de Cagliari, ha planteado tres interrogantes: “¿Qué significa vivir la comunión en economía? ¿Quién está llamado a llevarla a la práctica? ¿Cómo viven la comunión las empresas de la EdC?" “El hombre – ha afirmado - es un ser en relación y por eso es imposible pensar en él disociándolo de la relación con los otros”. Presentando conclusiones de experimentos e investigaciones, divididos por edades y estadios de desarrollo, ha puesto de manifiesto las motivaciones y los valores de la cultura del dar. “La vocación de las empresas de la EdC – ha añadido - es sacar lo mejor de cada persona, creando espacios de empatía e igualdad en los que compartir”.
Esta primera jornada ha terminado con una mesa redonda formada por empresarios de varios países que han dialogado con los jóvenes, dando lugar a un rico intercambio de experiencias y reflexiones sobre los problemas actuales y las perspectivas futuras de la EdC. Se han abordado temas de naturaleza ética junto con las diversas realizaciones de la EdC en el continente latinoamericano.
En la conclusión, el empresario del Paraná Armando Tortelli (Sur de Brasil) ha puesto de relieve la importancia de aliarse con organizaciones civiles que están también comprometidas en la reducción de las desigualdades sociales y la renovación de la sociedad.